ESTE BLOG EMPIEZA AQUÍ, CON ESTA FOTO.
Este blog empieza aquí, con esta foto.
Podría haber empezado de cualquier manera, pero no. No tocaba.
La manera precisa es justo esta, con esta foto.
Me acababan de publicar un libro de título "Clavos en el Alma" en Célebre Editorial. Era a segunda vez que apostaban por mí. El primer libro fue de narrativa breve. Éste es de prosa poética y poesía.
Me siento afortunado.
Vamos a un lugar muy bonito en el mismo centro de Barcelona. Mi compañera Esther y yo. Es nuestra hora de desayunar antes de afrontar un duro día de trabajo. Mientras tomamos un café le regalo mi libro. Una promesa que le había hecho tiempo atrás, no recuerdo si antes o después de irse a Argentina para volver seis meses después. Se alegra y nos abrazamos. Esther es muy buena gente. De repente, se le ocurre que me coloque en diferentes lugares con el libro y empieza a sacarme fotos.
Luego, cuando acaba, pagamos las consumiciones y seguimos nuestra ruta de hoy en una Barcelona tocada por la pandemia.
Por eso este blog tenía que empezar así, con la foto que me hizo, no hace mucho, Esther.
Fotografía de: Esther Homedes.
Vara es una alegría volver a saber de ti... y saber que éste nuevo crepúsculo del largo viaje al corazón, sigue aullando y creando caminos y canciones... en los que poder parar a buscar vino y el calor de la guitarra.. entre tantos filos que nos roban el descanso... y a veces la vida. Se te echaba de menos. Espero pronto hacerme con tu libro. Y siempre seguir leyéndote. Abrazo.
ResponderEliminarMareva, si toca reencontrarnos no es por casualidad y ambos lo sabemos. Somos como esos animales vestigiales que se reconocer por el olor a miles de kilómetros de distancia, entre la Vía Láctea y Ninguna Parte. Yo también te echaba de menos, pero los tiempos a veces son oscuros y no nos dejan ver la belleza de la noche. Ya estoy contigo. En ruta kamikaze de nuevo, como los perros de la lluvia que abandonan a sus amos en cunetas silenciosas.
ResponderEliminar"Clavos en el Alma" es un libro intenso, pero no tanto como tu poética luminosa, sincera e inspiradora.
Yo te voy leyendo a ratos, sinceramente, cuando se puede y me interesa, que no es tanto como me gustaría hacerlo. Pero, te sigo... al menos, en esencia.
Y que sepas que nuestros caminos convergen de nuevo en Infernonautas, esa novela sobre la locura donde llevo invertidos algunos años. Y donde, evidentemente, se distinguen tus letras como salidas de los muros ciegos de psiquiátricos olvidados. Ahí estás.
Casi acabando.
Pero, casi que ya te enviaré un correo (al mismo tuyo que tenía).
Nos vemos en cualquier sala de contenciones o en un oasis perdido en medio de la Nada.
Abrazo, Mareva. Abrazo, poeta. Abrazo, soñadora.